La obesidad representa una necesidad de protección. Tratamos de protegernos de heridas, agravios, abusos e insultos, de la sexualidad. De un miedo general a la vida y también de miedos específicos.
Cuando la amenaza desaparece, el exceso de peso se va también, sin que yo haya hecho nada por eliminarlo. Luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto como se las interrumpe, el peso vuelve a aumentar.
Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la vida y depositar tu seguridad de tu propia mente, teniéndola como aliada, son los elementos básicos de la mejor dieta que conocemos. Ponte a dieta de pensamientos negativos y el problema de peso se revolverá solo.
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